miércoles, 29 de febrero de 2012

Un día por ahí

Hoy he tenido un día por ahí, que buena falta me hacía. Porque se puede salir de muchas formas distintas, pero un día por ahí tiene que ser algo abierto, espontáneo, relajado. Puedes salir de casa con una idea más o menos concreta de lo que quieres hacer, pero es posible que acabes haciendo dos cosas menos y tres cosas más de las que tenías en mente. Sólo se necesita un día libre, arreglarse un poco -un término medio, ¡nunca se sabe dónde acabaremos! Yo una vez acabé celebrando nosequé del Unicaja y ni siquiera me gusta el baloncesto- coger el bolso y salir...por ahí.

Todo empieza con pintarse los labios. Habrá quien se los pinte en su día a día, pero en mi caso, teniendo en cuenta que en mis actividades cotidianas a) es probable que me suba a una mesa imitando a un velocirraptor de buena mañana o b) estoy en casa cosiendo criaturas textiles, me maquillo lo justo para soportar mi reflejo en superficies pulidas. Y cuando me siento en el autobús con un buen rato de trayecto por delante dispuesta a pasar un distendido día por ahí, saco del bolso la barra de labios y el espejito y juego a que soy capaz de ir peinada y maquillada por un día.



Podría pasearme por ahí sola, por supuesto, pero en mi opinión un día por ahí es mejor pasarlo en compañía, así que allá hemos ido mi querido Javi y yo a donde nos llevara la corriente: a un buffet libre de comida china vegetariana donde hay un señor muy majo y muy vital que te dice "¡no comer carne! ¡no comer carne! ¡yo ochenta años, nunca carne!"; a mirar telas aquí, a buscar tules allá, a escoger cintas y cuentas, a suspirar frente a vestidos que no te caben, a una cafetería bonita con un montón de cupcakes que no puedes probar porque aún te sale el tofu por las orejas (lo sé: ¡delito!). Y a reírse porque sí.



Love is... Bakery, Alameda Principal 37

Y encima he conocido ¡por fin! a Poki, mi sobrino perruno, ¡viva! Se suponía que no lo vería hasta el viernes, pero de repente he doblado una esquina y allí estaba, ¡cosas que pasan en un día por ahí!



Yo quiero más días por ahí, ¡son absolutamente necesarios! ¡Regálate un día por ahí, hombre ya!

lunes, 27 de febrero de 2012

Findesemana en Cádiz



Ya he vuelto de mi Misión Caperucita. He ido a casa de mi abuelita, le he mostrado mis diminutos avances en el mundo del tricot, he callejeado, he visto un poco de ambiente carnavalero y he conocido una nueva y bonita tienda, Babia, que se une a mi lista de sitios que visitar cada vez que vaya por allí.



Y también he conocido a Mónica. Mónica fue la única persona que se apuntó al plan improvisado de quedada craft, pero me hizo mucha ilusión porque nos conocíamos desde hacía años, cuando ambas teníamos otros blogs en otro sitio y ella vivía en el Norte. Cuando me escribió un email para encargarme una pasada* y yo le contesté "¿una pasada? ¡tú eres de Cádiz!"

Pero nunca nos habíamos visto en persona, y yo ni siquiera sabía que ella estaba viviendo en tierras gaditanas, así que cuando respondió me puse muy contenta. También me daba un poco de miedo, porque aunque me lance al berrear por el ciberespacio buscando gente que quiera quedar para hacer labores de moderna en una cafetería en realidad soy más corta que las mangas de un chaleco, pero estas cosas hay que hacerlas porque si no una se pierde un montón de experiencias bonitas, como pasar horas en una cafetería vieja y llena de encanto en la que yo nunca había estado, tomando café con chocolate blanco, nata montada y canela y hablando de libros, de recetas vegetarianas y de cómo hacer disfraces de unicornio.



Seguiré berreando por el ciberespacio, ¡feliz comienzo de semana!


*en Cádiz, diadema

jueves, 23 de febrero de 2012

¡Crafters de Cádiz, manifestaos!

Este findesemana partiré rumbo a Cádiz en misión Caperucita: a ver a mi abuelita. Así que, si hay por aquí algún/alguna crafter gaditano/a que quiera reunirse el sábado por la tarde en alguna cafetería acogedora y bordar, tejer, dibujar o hacer collares de macarrones sin pudor alguno, sería más que estupendo, ¡sería fantabuloso!



Creo que me vendrá bien cambiar un poco de aires, más aún con la Semana Blanca a punto de comenzar y mis veinticuatro horas diarias bien bonitas, relucientes y envueltas con un lazo rojo esperando a ser utilizadas como me venga en gana. Últimamente tengo una nube gris instalada sobre mi cabeza y ya estoy pensando en hacerme trenzas con ella.

A pesar de eso, hoy estamos un poco más contentos en La Casita Marrón porque Amorcito y yo hemos recibido sendas reseñas: él sobre sus últimas grabaciones en La Muerte tenía un blog, y yo en un post muy bonito en el blog de Goiuri, ¡mil gracias! ¡O tres mil!

¡Que paséis un maravilloso findesemana!


NOTA: mañana por la mañana dejaré de tener conexión, así que si alguien se apunta a lo de Cádiz que me lo diga esta noche -siento proponerlo tan precipitadamente- e intercambiamos teléfonos para quedar. Podéis dejar un comentario aquí, en facebook o escribirme a supercursi_shop@hotmail.com. O, si conoceís a alguien de Cádiz a quien le pudiera interesar, comentádselo, por favor :)

Y si no, caminaré por la playa sola y lánguida como en un videoclip de Diana Navarro, ¡qué le vamos a hacer!

martes, 21 de febrero de 2012

A vueltas con la lana

Hace unos días celebramos una "tarde craft" en casa de Inma, y yo, que iba muy dispuesta con mis agujas de punto en el bolso, me solté la melena, blandí una nueva y desconocida aguja y...y...¡aprendí a hacer ganchillo! Fijaos en qué bien nos lo pasamos aprendiendo, y en cómo me revuelco por el suelo ávida de conocimiento.



Ajá, estoy conociendo los más profundos secretos del Universo. Bueno, vale, de momento me he quedado en la cadeneta y el punto enano, pero es que estoy muy volcada en mi incipiente faceta tejedora, you know, y estoy deseando que mis agujas asomen por el bolso y pinchen a una señora para poder decirle "disculpe, señora, han sido mis agujas, porque es que claro, yo T-E-J-O".

Así de entusiasmada estoy. Además, estos días que estoy un poco Santa Teresa de Jesús, que vivo sin vivir en mí, me viene estupendamente para desconectar y animarme un poco con los pequeños avances, ¡hoy he aprendido a cerrar los puntos! ¡Viva!



¡Buenas noches y que empecéis bien el miércoles!

martes, 14 de febrero de 2012

¡San Valentín!

Mi tarjeta de San Valentín Dosmildoce para Amorcito (o parte de ella) :D



Él está en el ordenador y yo me acerco por detrás vestida de dinosaurio y le grito algo amoroso, ¡lo que viene siendo una típica tarjeta de San Valentín!

También nos hemos homenajeado con algo rico para comer, hojaldre con cebolla y mezcla de quesos, ¡ñam!



Es una receta la mar de fácil que tenía por ahí apuntada: una lámina de hojaldre, cebolla pochada, queso de cabra (yo he añadido alguno más), tomillo y ¡al horno!

¿Qué tal vuestro San Valentín? ¿Os habéis animado a hacer algo?

¡Buenas noches y sacos de amor para todos! ¡Oh, y muchas gracias por los comentarios en la entrada de ayer! Me alegra que os gustara :)

lunes, 13 de febrero de 2012

Hazlo tú mismo: llaves amorosas

¡Hola! Tras unos días un poco ausente por mi demoledor resfriado y otras cosas de la vida, vuelvo con un pequeño y amoroso tutorial porque, ¡mañana es San Valentín! ¡Viva!

Alguna vez he visto en otros blogs figuras de alambre forradas con lana y me gustaba el resultado, así que como últimamente he estado haciendo bocetos de llaves, me he animado a hacer una de lana.



Llaves amorosas

Necesitaremos:



-alambre, lo suficientemente flexible como para moldear nuestra llave, pero no demasiado fino para evitar que se espachurre con facilidad
-lana
-alicates
-aguja para lana (opcional)

1. Comenzamos formando el medio corazón de la parte superior de nuestra llave y continuamos dándole forma, siguiendo recto hacia abajo y formando los dientes, uno un poquito más grande que el otro.



2. Cortamos el alambre dejando que sobre un poco; para cerrarlo podemos enrollarlo sobre el extremo del corazón, pero para que el acabado quede más limpito he preferido doblarlo en forma de uve para sujetarlo más tarde con la lana.



3. Anudamos la lana en la base del corazón y comezamos a enrollarla alrededor de la estructura de alambre que hemos creado.



Al llegar al diente seguiremos enrollándola de la misma forma pero, para que la punta quede bien forradita, pasaremos la lana por el hueco unas cuantas veces y seguiremos forrando hacia atrás, por el mismo sitio por el que hemos venido. Repetimos la operación con el siguiente diente y con la curva de abajo.



4. Cuando lleguemos a los extremos del alambre, insistimos con la lana para cubrirlo y cerrarlo bien y seguimos forrando hasta llegar al punto en el que empezamos, la base del corazón. Hacemos un nudo y cortamos la lana sobrante (podemos poner un poco de cola o dar un par de puntadas para que no se deshilache).



5. Es probable que nuestra llavecita del amor haya quedado un poco torcida, tal que así:



Pero si la moldeamos un poco y le damos otra pasadita de lana, resurgirá así de lozana:



Ahora ya podemos ponerle una bonita cinta y colgárnosla (¡yo llevo la mía puesta!), decorar un paquetito con ella, hacer unas cuantas más y jugar a las amas de llaves o lo que nos parezca.



Y quien dice llaves dice corazones, hojas o la catedral de León (eso ya depende de la habilidad de cada uno), ¡con el frío que hace, yo misma me voy a forrar en lana! ¡Buenas noches y que empecéis bien el martes!

martes, 7 de febrero de 2012

Valentina

Actualizo rauda y veloz a través de la niebla de este resfriado que me posee porque ya voy más que tarde con las cosas de San Valentín y esta diadema no podía quedarse fuera.



La semana pasada etsy y el broche flechazo me dieron un par de alegrías, porque mi amorosa flechita apareció en una selección de regalos de San Valentín y en un treasury, y éste a su vez en handmadeology.com, ¡viva! ¡Nunca me había pasado ninguna de las dos cosas!

Ahora sí, desconectando en tres, dos uno...¡a la cama!

domingo, 5 de febrero de 2012

Findesemana polar

¿Qué tal habéis pasado este findesemana polar? Aquí en La Casita Marrón nos refugiamos el viernes como osos que se disponen a hibernar: preparamos vino caliente con especias y bizcocho (aún queda un buen trozo para mañana, ¡bien!) y estrenamos la bolsa de agua caliente a.k.a. mi nueva mejor amiga.

Y como tenía demasiado frío como para pensar siquiera en ir a dar un paseo, decidí que ya era hora de enfrentarme a una de mis asignaturas pendientes, una que quiero aprobar este año aunque sea por los pelos:

¡TEJER!

Tejedores del mundo, debéis saber que a mis ojos siempre habéis sido unos seres dotados de un poder especial, capaces de convertir un ovillo de lana en una prenda de abrigo armados únicamente con dos extrañas varitas mágicas de metal. Ni mi abuela, ni el libro de craft para niños -¡ejem!- que me regaló mi querido Javi...no había manera de que yo fuera capaz de tejer un cochino punto. Ni siquiera me atrevía a asistir a un taller por temor a que mi torpeza profunda me humillara públicamente. Y ayer, envalentonada con mi taza de vino humeante y agujas en ristre, puse el dvd de Tricot Fácil (que también me regaló Javi, por cierto) y...¡tejí! ¿Queréis ver mi obra maestra? ¿Queréis?



Ajá. Esta mamarrachada que aquí veis es todo un logro para mí, como si de repente hubiera encontrado un antiguo manuscrito en élfico (así como lo más normal del mundo) y lo comprendiera todo. Que sí, que tengo que aprender a hacer los puntos en condiciones, a rematar la labor y tres mil cosas más, pero ahí hay puntos tejidos, y eso no me lo quita nadie.

Ya me veo haciendo bufandas kilométricas...¡Buenas noches y que empecéis bien la semana!

sábado, 4 de febrero de 2012

Glossy Box

Hace ya algunas semanas recibí una fantabulosa cajita roja y brillante por cortesía de Glossy Box. A estas alturas estoy segura de que casi todos lo conoceréis, pero por si acaso os contaré que es un servicio al que puedes suscribirte para recibir cada mes una bonita caja con cinco productos de belleza. ¿El precio? ¡Diez euros! ¿Lo repito? ¡Diez euros! Ajá, por diez euros al mes tienes en la mismísima puerta de tu hogar material para montarte tu propia fiesta de la belleza y el hedonismo. Eso es planazo.

Para ser sincera, yo no soy muy dada a los productos de belleza: mi ritual diario consiste en lavarme la cara con un jabón de avena la mar de básico (no más de cinco ingredientes), barato (menos de dos euros) y fabricado en España, por cierto (que ya empieza a ser algo exótico) + agua de rosas de la herboristería. Fin. Pero cuando recibí el email de Glossy Box investigué un poco y encontré algo que considero muy importante: trabajan con marcas que por lo general son respetuosas con el medioambiente, no prueban sus productos en animales y usan componentes de origen no animal en sus productos. Cuando voy a alguna perfumería me paso tanto rato mirando y remirando los tarritos en busca de alguna señal de simpatía por el ecologismo que los dependientes comienzan a mirarme raro, así que recibirlo todo seleccionado y juntito en el buzón ha sido estupendo.

Como mi cajita llegó pocos días antes de irme a Rancho Relaxo a despedir el año, decidí no abrir ni una esquinita y llevármela allí para descubrirla y disfrutarla en buena compañía, y una mañana que hacía un solete muy bueno la sacamos al porche para desentrañar sus cosméticos misterios.



Nos gustó la presentación, porque aunque todos sabemos que la belleza está en el interior (¡ja! qué bien traído), recibir algo envuelto en papel de seda y un lazo rojo hace más ilusión, ¡dónde va a parar!



Y esto es lo que encontramos dentro de la Glossy Box Especial Navidad:



-Una espuma de ducha de Rituals a base de leche de arroz y flor de cerezo. Cuando pones una pequeña cantidad en tu mano es un gel transparente, pero en cuanto lo extiendes por la piel se convierte en una abundante espuma parecida a la del pelo (hace años que dejé de usar espuma para el pelo -afortunadamente- pero me encanta esa textura) con un olor maravilloso.



-Un bálsamo labial de Apivita que llegó en el momento adecuado porque mis labios comenzaban a sufrir el frío invernal. Ahora vive en mi bolso.



-Un tónico hidratante de Murad, mi producto preferido de la caja porque me encanta su olor y la sensación fresquita que deja.



-Un suero antienvejecimiento de Elizabeth Arden; es una muestra, pero el frasco original de 50 ml cuesta la friolera de 202 €, así que imaginaos si cunden los diez euros de las cajitas Glossy Box.



-Una brocha de maquillaje muy suave y peludita que olvidé fotografiar porque estaba muy ocupada olisqueándolo todo.

El equipo de expertos que se había desplazado hasta Rancho Relaxo hizo su labor: al llegar la noche y con ella las duchas calentitas pre pijama y calcetines gordos, nos turnamos para probar la espuma de ducha con aromáticos resultados, y horas más tarde, cuando nuestros ojitos eran dos rendijas y la cama nos atraía con sus cantos de sirena, fuimos obedientemente al baño para usar el tónico y el sérum.

Nuestro equipo de expertos, arrasando con todo.



Como veis, las fotos no son las mejores, pero disfrutamos como enanos.

¡Gracias por la experiencia, Glossy Box!

P.D: ¡Es mi primer post de belleza! Lo he clasificado bajo la etiqueta "belleza y poder" en honor a una escena de La cosa más dulce (película de culto en Rancho Relaxo, por cierto) que no soy capaz de encontrar ¡argh!