martes, 16 de junio de 2015

Natural y sencillo


Así me gusta que transcurra mi día a día en el espacio que ocupo en el mundo, aunque ahí fuera todo ruja y brame. Siempre me dije que, incluso si acababa viviendo en un lugar horrible y gris, de puertas para adentro mi hogar sería mi templo y mi refugio. Afortunadamente mis temores no se han cumplido, y exceptuando a algún vecino ruidoso al que me dan ganas de arrojarle una por una todas las piedras de un puñetero jardín zen estoy bastante a gusto, pero mantengo mi palabra y una vez que cruzo el umbral de la casita marrón me acojo a sagrado y solo hay lugar para la tranquilidad y los buenos hábitos -o al menos se intenta. 














1. Nuestro cactus, que era diminuto cuando nos lo regalaron, ahora florece así de lozano 2. Helado casero de plátano y chocolate 3. Ramillete silvestre 4. El día que me dio por dibujar la lista de la compra 5. Habas del mercado de agricultores 6, 7 y 8. El Sol me regala arcoiris en el taller todas las mañanas


Creo firmemente en las energías, en cómo las frecuencias que emitimos pueden afectar a nuestro entorno, y rebotar y volver hacia nosotros y hala, ya la hemos liado otra vez, ¡así que más vale que sean positivas!

¡Buena semana y buenas energías para todos!