Misión: Reciclaje (III)

¿No os pasa a veces que una pieza se te atasca tanto que tienes que armarte de kilos de paciencia para no soltar un taco muy gordo y lanzarla por la ventana? Pues eso me pasó a mí con este broche muñequita. Juro que hasta di saltitos de rabia en la silla, y sufrí dos síntomas inequívocos de que algo me está tocando las narices a dos manos: moqueo y picor por todo el cuerpo. Así que si me estais visualizando dando botes, moqueando y rascándome como una mona, por favor, no me perdais el respeto.



Para hacer esta criaturita usé una camiseta para el pelo, un retal que me dieron para la cara y los bracitos, la cinturilla de una falda para el vestido, una camiseta para las piernas, el fleco de una cortina de exposición para la diadema y restos de lana para los moñitos.



Con la carita de buena que tiene y el porsaco que dió.

Esta semana he ido a topecientos, cosiendo mucho para el Mercadillo del Reciclaje y durmiendo muy poco por una u otra cosa, ¡estoy agotada! Cuando haya recuperado las chorromil horas de sueño que me corresponden me pondré al día con la vida blogueril, que me lo estoy perdiendo todo.

Quería subir más fotos de lo que he estado preparando, pero no puedo con mi cuerpo y aun tengo que preparar algunas cositas. La semana pasada estuve por primera vez en La Caja Blanca, el lugar donde se va a celebrar el mercadillo, y es genial, ¡ya os contaré qué tal fue! Pero si vivís en Málaga id a comprobarlo vosotros mismos, ¿eh?

¡Muy feliz findesemana a todos!