¡Muchas gracias por vuestros buenos deseos para Halloween! Si habéis pasado por aquí un par de veces sabréis que es un día muy especial para mí :) ¿Qué tal os fue a vosotros?
Yo estoy contentísima por cómo ha sido este Halloween Dosmilonce; en los últimos años lo he celebrado de maneras muy diferentes y todas las recuerdo de forma bonita, pero este año era un poco más especial porque lo celebrábamos por primera vez en La Casita Marrón.





Cuando ya estaba la mesita preparada, las velas encendidas y la calabaza de papel en la puerta me senté en el sofá (por primera vez en todo el día) y me sentí feliz, agradecida. Por fin era Halloween y todo era como tenía que ser.
Luego vinieron amigos, preparamos vino caliente con especias (¡este año salió especialmente bueno!), comimos bizcocho de calabaza y pizzas de hojaldre, vimos películas acordes con la fecha...y pasamos una noche bonita en general. Pero lo mejor, lo mejor, es que por fin...¡vinieron niños a pedir caramelos! ¡viva! Llevaba años comprando chucherías para los niños y comiéndomelas con patatas, pero este año vinieron, ¡vaya si vinieron! Los más pequeños se sorprendían al ver la casa llena de luces y guirnaldas y a mí sacando paquetitos de chuches de mi
delantal de calabazas. Si por mí fuera los habría invitado a todos a pasar y comer bizcocho.

Y estas dos las he tomado prestadas del álbum de la Srta. Navy (su maquillaje era fantabuloso, a ver si me da permiso para enseñarlo):


-El que pregunte por qué la llamamos La Casita Marrón se lleva una colleja-
Hoy hemos desmontado la decoración con un poquito de pena, pero me va a durar poco porque esta semana quiero terminar unos adornos de Navidad supercursi y subirlos a la tienda, así que tengo que activar el modo fiesta otra vez aunque sea para encerrarme en el taller. También tengo que terminar otras cositas que pesan sobre mi alma (¡lo tuyo casi está, V.!).
De momento voy a descansar un poco, que ya no son horas de pensar en trabajo, ¡feliz comienzo de semana a todos!