¿No os encantan los viernes? A mí sí, sobre todo si mi madre me prepara un super postre como éste.
La de hoy es, además, una fecha bonita porque se han abierto las puertas de
Los Tesoros de Senda, un proyecto en el que
Yolanda ha volcado toda su ilusión durante los dos últimos años y que por fin ve la luz. Ya os enseñé en la entrada anterior las haditas que habían volado hasta allí, pero no os conté que iban muy bien acompañadas por estos coloridos buhítos que pueden llevarse como broche o colgante.
El periódico
Málaga Hoy se ha hecho eco de la noticia, y mi querido Javi
Doll Addict (ahora también podéis ver parte de su encantador mundo interior en
Condecorado) y yo tenemos un pequeño pero importante hueco en el artículo, ¡muchas gracias, Yolanda! (Ha habido una confusión con mi marca *snif, snif* pero igualmente me hace ilusión). Hubiera querido estar allí a primera hora, pero al final no ha podido ser, ¡estoy impaciente por ver cómo ha quedado la tienda!
En cuanto a lo demás, sigo avanzando con los encargos pendientes (¡ya me queda menos!) y con mil ideas de todo tipo revoloteando en mi cabeza, como es habitual. La primera mini hornada de cursilazos está casi lista, a ver si me pongo y los termino. ¡Oh! La semana que viene entregaré un regalito a alguien muy especial ;)
Por cierto, ¿qué tal vuestras vacaciones? De las mías no me puedo quejar: hice hornazos (una tradición que la familia de mi chico celebra cada año)

*mi corazón de queso es para tiiiiií*
Vi más campo que las amapolas, compartiendo ricas comidas, mojando los pies en el río, atravesando un larguísimo y oscuro
túnel entre las rocas (OMG!) y recogiendo tomillo y romero para hacerme un saquito perfumado
¡Hasta vi un conejito de Pascua!
¡Feliz findesemana a todos!