Desde que empecé a enviar pedidos supercursi hace ya unos años he ido variando la forma de empaquetar las cursiladas, intentando cada vez ser un poco más respetuosa con el medioambiente y tomando conciencia de qué sucedería después con ese material.
Comencé por evitar los empaquetados de plástico y reducir considerablemente el uso de cinta adhesiva, después cambié el papel de colores por el de embalar y más tarde pasé a envolver cada pieza en un pedacito de papel de seda reutilizado y tela de saco atada con un cordel, que es como envío los pedidos actualmente.
Pero aún me quedaba una preocupación, que yo soy muy de preocuparme y muy eco-reina-del-drama: los sobres de burbujas. Siempre que recibo uno me esmero en separar la parte de plástico de la de papel, tarea nada fácil porque están bien pegaditas, y me paré a pensar en si los destinatarios de mis paquetes se tomarían el tiempo de hacer lo mismo, así que el siguiente paso fue separarlos desde el principio: hoja de plástico de burbujas (recomendable para proteger las cursiladas de la lluvia, las invasiones extraterrestres con fines malévolos y otras cosas) + sobre de papel.
Quizá en un futuro tenga una nueva revelación y me líe a envolver con hojas de parra, pero de momento estoy contenta con esta solución. Y no sólo eso, sino que además os traigo una idea para reutilizar el empaquetado supercursi y transformarlo en una bonita y sencilla guirnalda.
Materiales: tela de saco, cordel y sobre del paquete + tijeras, lana y aguja lanera
Tan solo hay que cortar la tela de saco en varios rectángulos y bordar con lana el motivo que queramos; yo he escogido corazones, pero podrían ser flores, o letras que formen un nombre o palabra. La trama de este tipo de tela hace del bordado algo muy fácil, por lo que los niños también pueden colaborar.
A continuación unimos los rectángulos usando la aguja lanera y el cordel y ¡ya tenemos nuestra guirnalda!
Si queremos tener un pequeño detalle con alguien, podemos recortar la parte no escrita del sobre y hacer un paquetito con un poco de lana.
Y, ¿qué hacemos con el papel de burbujas? Lo que se ha hecho siempre: ¡explotarlo!
Espero que os haya gustado la idea. Si has recibido o recibes próximamente un paquete supercursi y se te ocurren más ideas para reutilizarlo, cuéntamelo que me hará mucha ilusión.
¡Feliz y creativa tarde de domingo!